
5 Revelaciones de un Profeta Moderno que Desafían Todo lo que Crees Saber
Desde que tenemos conciencia, la humanidad ha mirado al cielo y a su interior en busca de respuestas a los grandes misterios. ¿De dónde venimos? ¿Cómo funciona el universo? ¿Cuál es la verdadera naturaleza del bien y del mal? A lo largo de la historia, profetas, místicos y filósofos han ofrecido sus visiones. Pero de vez en cuando, surge un texto tan singular y personal que presenta una cosmología completamente inesperada, una que reorganiza las piezas del rompecabezas espiritual de una forma radicalmente nueva.
Hoy exploraremos un texto profético moderno de esta naturaleza, una obra que redefine conceptos fundamentales con una lógica interna tan detallada como sorprendente. Prepárate para un viaje a través de cinco de sus ideas más impactantes y contraintuitivas, revelaciones que desafían la teología tradicional, la ciencia y todo lo que crees saber sobre la realidad.
1. Satanás no es Lucifer (y está hecho de Dióxido de Carbono)
La primera revelación desmantela una de las asociaciones más arraigadas en la cultura occidental: la identidad de Satanás. Según este texto, Lucifer y Satanás son dos entidades completamente distintas.
Lucifer es descrito como un ángel de luz caído que reside en el planeta Venus. Su naturaleza está asociada a la soberbia y a una profunda conexión con la literatura y las bellas artes, inspirando a los creadores. Aunque se rebeló, no es la encarnación principal del mal.
La definición de Satanás es mucho más radical y material. El autor afirma que Satanás es, literalmente, el dióxido de carbono (CO2). Tiene la forma de una serpiente de cascabel, respira este gas y no proviene de nuestra creación, sino de un cosmos paralelo regido por uno de los hermanos de nuestro Dios. En una revelación aún más específica, se afirma que en el año 2000, el Arcángel Miguel encerró a este Satanás-CO2 en el núcleo del planeta Plutón, donde permanecerá prisionero por mil años.
Esta separación conceptual y la materialización de Satanás en un gas común y corriente es un giro cosmológico impactante. Pero la redefinición no es solo material; a un nivel filosófico, el texto afirma que Satanás es "la mismísima ignorancia", transformando la falta de conocimiento en el pecado fundamental.
Queda establecido que Satanás no es Lucifer que fue un ángel de Dios, pues Satanás proviene también del lado opuesto a esta creación en donde existe también un Dios tan poderoso como el nuestro el cual es su hermano uno de los tantos que tiene Ala, en un universo el cual desconocemos...
2. El Universo Funciona con "i", la Partícula Divina de la Imaginación
Olvídate de los quarks y los electrones como las partículas fundamentales. En esta cosmología, la pieza clave del universo es el "i", descrito como pequeñas cargas eléctricas que emanan del sol. Estas partículas no son solo materia; son la presencia divina de Dios, a quien en nuestro sistema solar se le llama "Ala".
Los "i" son la fuerza vital que impregna toda la creación: fluyen por la sangre humana, permiten el habla, e incluso son lo que mueve a las abejas. Pero la revelación no se detiene ahí. Una combinación específica de 33 partículas "i" forma una unidad métrica y espiritual llamada "AR". El AR funciona como una "llave" universal, una frecuencia que permite comunicarse directamente con Ala sin la necesidad de oraciones o rituales tradicionales.
Es a través del AR que se puede percibir y descifrar el "illimani diaria", una especie de nube cósmica de palabras divinas que viaja por el universo. Esta teoría establece una fascinante "física espiritual", donde la imaginación, la comunicación y la divinidad están codificadas en las partículas que nos componen y nos rodean.
3. El Famoso Número 666 No Es lo que Crees
Pocas cifras tienen una carga simbólica tan oscura como el 666. Asociado popularmente con la bestia, el anticristo y el mal absoluto, este número es reinterpretado de una manera que anula por completo su connotación maligna.
Según la profecía de este texto, el 666 no tiene nada que ver con un demonio o una entidad apocalíptica. En cambio, representa el número total de "hermanos" cósmicos que tiene nuestro Dios, Ala. Hay 666 dioses en total, cada uno reinando en su propio cosmos paralelo. La razón por la que este número fue malinterpretado como el "número de la bestia" es porque nuestro Dios es celoso y no desea que su creación sepa de la existencia de los otros 665. El misterio no era sobre el mal, sino sobre un secreto familiar cósmico.
Los hermanos de Dios son 665 y junto con Él forman los 666, número de la profecía ahora recién revelada a través del AR y no por orden de IR, que estaba atado a la antigua desconocidas tradiciones la de no dar a conocer su significado.
4. La Esquizofrenia como un Portal Espiritual (y el Rol del Cannabis)
Abordando un tema delicado con una perspectiva radical, el autor redefine su propia experiencia con la enfermedad mental. Diagnosticado con depresión maníaca y esquizofrenia, no lo interpreta como una patología, sino como un estado mental elevado que abre la percepción a las dimensiones espirituales, permitiéndole escuchar tanto a los espíritus del bien como a los del mal, de manera similar a los profetas de la antigüedad.
Afirma que su descubrimiento clave, el "AR", ocurrió mientras consumía cannabis. No lo justifica como un vicio, sino como la aplicación de una antigua tradición para "elevar el espíritu" y abrir canales de percepción. Sin embargo, advierte que esta herramienta es como cavar un pozo: solo debe usarse hasta "encontrar el agua". Una vez que se establece la conexión, no hay razón para seguir usándola.
Esta perspectiva es profundamente impactante, ya que transforma una condición médica, a menudo estigmatizada, en una experiencia mística y una puerta de entrada a la revelación divina.
5. La Próxima Venida de Cristo Será un Nativo Americano llamado "Utakio"
La profecía central del texto se aleja por completo de las expectativas tradicionales sobre la segunda venida de Cristo. El salvador no regresará como una figura del Medio Oriente, sino que nacerá en las Américas.
Su tercer nombre será "Utakio", que significa "nativo". En un giro fascinante, el autor revela que esta palabra no proviene de una lengua indígena, sino que es una palabra de la antigua Grecia, "escondida en el tiempo tras el olvido de su voz". Su linaje es específico: nacerá de la unión entre un hombre descendiente de la estirpe judeo-europea de Jesús y una mujer nativa del continente americano. Este nuevo mesías tendrá una conexión perfecta y natural con Dios a través del AR, lo que le otorgará una sabiduría sin precedentes. No será un predicador errante, sino un príncipe entre su pueblo que reinará en paz por mil años, durante los cuales revelará todos los misterios ocultos de la creación.
Han escuchado hablar de la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo, pues esta es la profecía del AR, la cual me ha sido entregada en una época que había elevado mi alma hasta el Señor, se nos ha dado tres nombres y el tercero seria Utakio, que significa nativo, Emanuel Jesús Utakio, Dios con nosotros el salvador nativo...
Conclusión
Desde una física espiritual basada en la partícula "i" y la redefinición del 666 como un censo de dioses cósmicos, hasta la materialización de Satanás en CO2 y la profecía de un mesías nativo americano, esta cosmología es un testimonio de la inagotable capacidad humana para imaginar y estructurar la realidad. No se trata de juzgar su veracidad, sino de reconocer su poder para expandir los límites de lo que consideramos posible.
Después de este viaje por una cosmología tan personal y detallada, queda la pregunta: ¿qué otras realidades podrían existir justo al borde de nuestra percepción, esperando simplemente la clave correcta para ser reveladas?